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Este sábado 29 de junio, en el aeropuerto de Figari en Córcega, unos sesenta pasajeros vivieron una verdadera pesadilla. Una avería en la cinta transportadora de equipaje les impidió abordar a tiempo su vuelo a Brest. Como resultado, el avión despegó sin ellos.
Los viajeros llegaron desde las seis de la mañana para tomar un vuelo programado a las 8:05. Pero la mala sorpresa les esperaba al momento de registrar su equipaje facturado. Solo aquellos con equipaje de mano pudieron subir a bordo.
A medida que avanzaba la tarde, los pasajeros seguían atrapados en el aeropuerto bajo un calor abrumador, sin ayuda ni siquiera una botella de agua ofrecida por el servicio postventa de Volotea o el aeropuerto. Emmanuelle Guil, viajando con su bebé de cuatro meses, cuenta su frustración ante los constantes rechazos entre la compañía y el aeropuerto.
Esta situación inaceptable pone de manifiesto una clara falta de organización y consideración hacia los pasajeros afectados por esta falla técnica.
Pasajeros varados hasta el martes
Otros vuelos desde Figari tuvieron problemas similares, pero los pasajeros pudieron llevar su equipaje de mano. Esto habría permitido enviar el equipaje facturado más tarde sin causar grandes molestias. Sin embargo, esta opción no se les ofreció a los pasajeros del vuelo Figari-Brest.
A lo largo del día, la mayoría de los viajeros abandonan y salen del aeropuerto. Hacia las 18:30, una pasajera informa que un grupo olvidado puede abordar un vuelo Calvi-Nantes, pero no se les da información precisa. Ante esta total incertidumbre, deciden entre ellos priorizar a las familias con niños pequeños y a las personas mayores.
El domingo 30 de junio, la pesadilla continúa para algunos pasajeros que prefieren pasar la noche en un hotel para no tener que dormir en el aeropuerto con niños. La mayoría finalmente encuentra una solución gracias a diferentes vuelos desde Bastia, Figari o Ajaccio a Nantes organizados por Volotea. Se solicitan taxis para transportar a estos desafortunados a otros aeropuertos y también para recibirlos en Nantes. Si algunos consiguen un vuelo rápidamente, otros tendrán que esperar hasta el martes.
Estos eventos demuestran que a pesar de las dificultades enfrentadas por varios viajeros durante este incidente aéreo, se pudieron encontrar soluciones en un espíritu solidario y organizado.
Pascal Petibon, nacido en 1980 en Lyon, es un periodista y autor reconocido, apasionado por la información y la comunicación. Después de obtener un título en periodismo en la Universidad de París, rápidamente se unió a varias redacciones, donde se destacó por su análisis agudo y su estilo de escritura claro.