El miércoles, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, finalmente dio el paso de bañarse en el Sena, una decisión que había pospuesto en varias ocasiones. Esta iniciativa, aunque tardía, se enmarca en una tendencia observada en otras ciudades europeas que ofrecen a sus habitantes la posibilidad de bañarse en ríos habilitados para este fin desde hace algún tiempo.
Anne Hidalgo finalmente cumplió su promesa de bañarse en el Sena el miércoles 17 de julio, justo antes del inicio de los Juegos Olímpicos. La alcaldesa de París, que es miembro del Partido Socialista, decidió nadar a crawl en el río de la capital. Esta iniciativa puede parecer audaz en París, pero es una práctica común desde hace mucho tiempo en otras ciudades europeas. Descubramos entonces cuáles son esas grandes ciudades donde el baño en aguas abiertas es posible.
En Austria, bañarse en el Danubio
En Viena, la capital austriaca, bañarse en el Danubio es una actividad completamente normal. Los habitantes disfrutan de esta práctica permitida, especialmente porque la calidad del agua es excelente, según los últimos informes realizados por el ayuntamiento. Desde finales del siglo XIX, el Danubio ha sido acondicionado y rellenado, ofreciendo a los vieneses la posibilidad de nadar, relajarse en numerosas playas y practicar la vela.
En lagos y ríos en Suiza
En Suiza, el baño en aguas vivas es una especialidad. Es posible bañarse en lagos y ríos, como en Basilea y Zúrich, donde fluye el Rin. Los bañistas en traje de baño pueden zambullirse o saltar desde puentes o embarcaderos de la ciudad en los días soleados, y disfrutar de la corriente. Según las autoridades, la calidad del agua se considera «correcta», sin peligro para el baño. Sin embargo, el cantón de Basilea recomienda no beber agua del Rin.
Los habitantes también se bañan en el Limmat, como testimonia una usuaria en redes sociales. Zúrich es entonces una ciudad donde se puede bañar e incluso beber agua del río.
Zonas de baño delimitadas en Alemania
En algunas ciudades europeas, el baño está permitido solo en zonas delimitadas. En Múnich, por ejemplo, es posible bañarse en algunas partes del Isar, el río que atraviesa la ciudad de sur a norte. Durante 11 años, el ayuntamiento ha llevado a cabo obras de acondicionamiento y saneamiento en un tramo de 8 kilómetros del Isar.
Entre las técnicas utilizadas para mejorar la calidad del agua, se encuentra la filtración por ultravioleta con lámparas instaladas en numerosas estaciones de tratamiento. Aunque este método es efectivo, representa un alto costo, de varios millones de euros por estación de tratamiento.
Fuente del artículo: Francetvinfo
Pascal Petibon, nacido en 1980 en Lyon, es un periodista y autor reconocido, apasionado por la información y la comunicación. Después de obtener un título en periodismo en la Universidad de París, rápidamente se unió a varias redacciones, donde se destacó por su análisis agudo y su estilo de escritura claro.